Cuando compré aquel libro al peso en el mercado de Bamako no sabía lo que me iba a encontrar. Entre sus hojas hallé este texto aplastado. Arrugado. Escrito originalmente en bambara. La tinta no dejaba entender bien aquellas letras torpes cuando lo transcribí.

También he añadido algunos versos propios que a mi entender faltaban, así como el título.

Te olvidas del cielo
y casi no te das cuenta.

Te olvidas de caminar, del sol
o del subir de las escaleras, …
se te pasa todo.

Te olvidas hasta del sonido
de tus pasos.

En las llanuras
viejos observadores,
una cascada suena.